PINTURA                                                                            
                                    La frase “no pregunte como se llama… ”, refiriéndose a sus cuadros, expresa sucintamente el hilo conductor de la obra creativa de Jaime. En su obra hay una sorprendente y manifiesta ruptura de las reglas, lo que se evidencia,  tanto en los contenidos como en las técnicas, primando  los contenidos, con  temas que terminan siendo una mera justificación para la búsqueda plástica y un reto conceptual, para el observador. La técnica , es irreverentemente libre, y hace uso a cualquier recurso que encuentre a mano , pues la unidad técnica no es su propósito. Sin embargo se percibe  unidad en la obra, el trazo libre siempre  es el mismo, y la tendencia a herir  los lienzos , como una muestra de su irreverencia y sentido expresionista, son parte del  sello que se identifica con facilidad.
La serie: “temas urbanos”, son parte de un  capitulo figurativo,  en el cual se perciben enigmáticas siluetas  bajo ambientes lluviosos, que quizás evocan su preocupación como urbanista por el espacio publico. La serie “cielos”, es de carácter abstracta, y haciendo uso de su visión dialéctica del mundo, estos cuadros, pueden ser rojos, o azules inusuales en  cualquier paisaje posible, pero generando  una atmosfera igualmente retadora para el observador, por su poca convencionalidad. 
En los unos y los otros, aparecen  extraños manuscritos , que justamente buscan decir al observador: “el arte no necesariamente significa, puede ser solo una búsqueda plástica …y eso también es valido”. Eso es lo que justamente  de manera irónica, dicen esos textos casi indescifrables…